TEMA 1: El suelo vivo como base de una alimentación sana en un contexto de cambio climático

TEMA 1: El suelo vivo como base de una alimentación sana en un contexto de cambio climático

En este tema encontrarás información sobre el suelo. Aprenderás sobre el sistema trifásico, los diferentes componentes y la importancia del suelo como base para el crecimiento sano de las plantas en los huertos.

El suelo es el recurso más importante y el principal responsable del crecimiento sano de las plantas en los huertos. Como horticultores y aficionados a la jardinería, es necesario tener un conocimiento básico de la materia suelo. Es esencial estar familiarizado con las propiedades del suelo con el fin de hacer la elección correcta de las plantas y el procesamiento y, si es necesario, las medidas de mejora.

El suelo se denomina sistema trifásico, ya que la materia suelo se compone de tres componentes: aire del suelo, agua del suelo y sólidos del suelo. Dependiendo del tipo de suelo y de su uso, las tres fases están presentes en el suelo en diferentes proporciones.

Los sólidos totales del suelo están formados por materia mineral (piedras, grava, arena o arcilla de diversos tamaños y tipos) y materia orgánica (humus, raíces de las plantas y organismos del suelo).

El humus es la parte del suelo formada por materia orgánica muerta. Se trata de partes muertas de plantas, así como de animales descompuestos, hongos y bacterias. Como componente esencial de la materia orgánica, el contenido de humus es un factor crucial para la disponibilidad de nutrientes y, por tanto, para la fertilidad del suelo.

Es bueno saberlo:
➤ El humus tiene la propiedad esencial de absorber agua y almacenar nutrientes.
➤ Por ejemplo, un suelo arenoso con un alto contenido de humus puede absorber y almacenar mucha más agua que un suelo arenoso con un bajo contenido de humus.
➤ La característica esencial para determinar el contenido de humus de un suelo es su color. Aquí se aplica el principio “cuanto más oscuro es el suelo, mayor es el contenido de humus”.
➤ Los organismos del suelo necesitan el humus como base para la vida y, a cambio, aportan nutrientes al huerto poniéndolos a disposición de las plantas.

Estructura del suelo

Los suelos fértiles tienen una estructura suelta y desmenuzable que garantiza una buena retención del agua y, al mismo tiempo, una buena aireación del suelo. Una estructura del suelo suelta y desmenuzable y, por tanto, un suelo fértil y rico en nutrientes, se puede mantener principalmente añadiendo nutrientes, por ejemplo mediante acolchado, así como mediante un cultivo cuidadoso del suelo (véase el Tema 5).

Valor del pH: Dependiendo del tipo de roca, los suelos son más o menos ácidos o básicos. El valor del pH influye en la disponibilidad de nutrientes. En suelos muy ácidos (pH bajo), se acumula humus, pero la actividad de los microorganismos está muy limitada, por lo que hay menos nutrientes disponibles para las plantas. En suelos alcalinos (pH alto), se acumula poco humus y nutrientes como el hierro y el fosfato, a su vez, no pueden ser absorbidos por las plantas.

Consejo:

El valor del pH puede determinarse utilizando tiras reactivas o aparatos de medición especiales. El valor del pH también puede obtenerse o estimarse a partir de plantas indicadoras. A la mayoría de las plantas les va bien un valor de pH entre 5,5 y 7,0.

Plantas indicadoras:

Las plantas indicadoras pueden ayudar a dar una primera impresión de las condiciones del suelo. Sólo crecen si el suelo tiene determinadas propiedades. La presencia de distintas especies de plantas silvestres puede servir para sacar conclusiones sobre las características de un suelo.  Tanto las grandes acumulaciones de una especie pueden dar pistas, como la presencia de varias especies con los mismos requisitos de emplazamiento. Si, por ejemplo, las especies vegetales amantes de los nutrientes se encuentran en mayor número, puede concluirse que el suelo tiene un mayor contenido en nutrientes.

Tipos de suelo y sus características

Suelo ligero (arena y arena limosa): es fácil de trabajar y está bien aireado. El contenido de agua y nutrientes es bajo.

Suelo medio (franco arenoso o arcilloso): Los suelos francos son suelos muy fértiles. El contenido de arena proporciona una buena aireación y trabajabilidad. La parte arcillosa permite almacenar bien los nutrientes.

Suelo pesado (franco arcilloso, arcilloso): Debido al alto contenido en arcilla, estos suelos tienen una baja permeabilidad al agua y, por lo tanto, suelen estar poco aireados. La arcilla almacena nutrientes pero los libera sólo en pequeña medida debido a su elevada cohesividad.

Bibliografía:

Ökolandbau.de: Zeigerpflanzen, 10.06.2023

Plantura: Humus, 10.06.2023