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Este informe recoge enfoques actuales y estrategias futuras para involucrar a los municipios y a los huertos comunitarios en la educación y concienciación sobre los retos medioambientales y del cambio climático.
Su principal objetivo es analizar la relación entre la jardinería comunitaria y la educación relacionada con la sostenibilidad medioambiental y los retos del cambio climático en los 5 países del consorcio (República Checa, Austria, España, Hungría y Francia).
Se estructura en tres partes principales:
Los cinco equipos nacionales compartieron el mismo planteamiento metodológico y cada uno de ellos se encargó de investigar sus contextos nacionales. El resultado fue la elaboración del presente informe de síntesis y de cinco informes nacionales.
Este informe es un documento introductorio básico que presenta las diferencias y similitudes en los países del consorcio, e incluye una visión general que permite su transferibilidad a otros países de la UE.
Casi el 73% de la población en Europa vive en zonas urbanas y se prevé que esta cifra aumente a más del 80% en 2050. En este contexto, los efectos del cambio climático van a influir en las dinámicas de las ciudades y pueblos: su entorno, su economía y su sociedad. (climateAdapt). Es más, actualmente ya se pueden detectar cambios importantes. Es especialmente notable en países del sur como España y en el sur de Francia, donde, a día de hoy, ya se están sufriendo graves sequías provocando incendios forestales. Si bien, también en las regiones más continentales están aumentando los periodos prolongados de sequías. Este es el fenómeno más reportado por los jardineros comunitarios que participaron en nuestra encuesta en línea.
Ante estos retos, la mayoría de las ciudades y pueblos están desarrollando estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático. El diseño urbano destinado a abordar el cambio climático y los efectos de la isla de calor urbana a través de la infraestructura verde aumenta la resiliencia de la zona urbana y es probable que también tenga numerosos beneficios colaterales, como la mejora de la calidad del aire, la mejora de la salud, la mejora de la biodiversidad y la mejora de la calidad de vida general de los ciudadanos (climateAdapt) Al mismo tiempo, los costes de mantenimiento de la infraestructura verde se declaran como un reto importante para aumentarla (MA 22, 2018). Los jardines gestionados por la comunidad podrían ser una parte importante de la solución, aunque hasta ahora rara vez forman parte de las estrategias de adaptación al clima y, por lo tanto, están infrautilizados en el desarrollo de ciudades y barrios resilientes (Clarke et al., 2019), lo que ha cambiado en algunos de los países socios en los últimos años. Qué y cómo pueden contribuir los huertos comunitarios es parte de este informe – en términos de infraestructura verde, como laboratorios de técnicas y diseño de jardinería adaptados y como centros de educación ambiental en un sentido más amplio. También se describen las posibilidades y los potenciales para el futuro, así como los obstáculos y el tipo de apoyo y planificación estratégica necesarios para que los huertos comunitarios alcancen su potencial.
Los huertos comunitarios de los países asociados han evolucionado durante los últimos 25 años. En Francia, el desarrollo comenzó con la fundación de una red nacional en 1997. A principios de la década de 2000, las iniciativas de España, Hungría y Austria retomaron la idea y los huertos comunitarios comenzaron a desarrollarse también allí. Aproximadamente una década más tarde se crearon los primeros huertos comunitarios en Praga y desde allí se han extendido a otras regiones de la República Checa.
En la actualidad, el número de huertos comunitarios se ha multiplicado en todos los países. Las cifras actuales son:
| País | Número de jardines |
|---|---|
|
Austria |
376 |
|
República Checa |
137 |
|
Francia |
Más de 10.000 |
|
Hungría |
82 |
|
España (incluidos los huertos escolares y los huertos terapéuticos) |
15.000 |
Los datos relativos al número de huertos no son estadísticamente válidos. En todos los países hay un número de huertos que no están registrados en ningún sitio y no han podido ser contabilizados. Además, lo que se cuenta difiere de un país a otro: sólo los huertos comunitarios en sentido estricto o también los huertos escolares u otros tipos.
Los primeros huertos comunitarios fueron iniciativas privadas de particulares y grupos de amigos en Viena. En 2007 comenzó la cooperación con la ciudad de Viena y, al mismo tiempo, surgieron huertos comunitarios, iniciados por ciudadanos comprometidos, en diferentes regiones de Austria. Mientras tanto, se inician a través de iniciativas ciudadanas, así como con el apoyo de o a través de los gobiernos locales y las administraciones de los barrios, dependiendo en gran medida de las condiciones regionales. Recientemente, los huertos comunitarios forman parte cada vez más de los nuevos proyectos de viviendas y se integran en sus espacios verdes.
Hasta ahora no existe una red nacional oficial, pero Gartenpolylog ha asumido el papel de ofrecer diferentes actividades de creación de redes y, con su sitio web, una plataforma de intercambio e información. A nivel regional se han establecido varias organizaciones de redes y servicios, como la coordinación y el servicio de jardines comunitarios como parte de la asociación climática de Alta Austria o el centro de servicios para la educación de adultos en el Tirol.
El desarrollo de los huertos comunitarios comenzó con la creación de la red nacional “Jardin dans tous ses états”, que quería establecer huertos comunitarios siguiendo el modelo de otros países como el Reino Unido y Estados Unidos. Ha invitado a expertos internacionales y ha difundido la idea por toda Francia. La formación, los talleres y las herramientas se impartieron a través de los corresponsales locales de la red durante 20 años. La red ha finalizado sus actividades en la década de 2010. En la actualidad, varias organizaciones están trabajando en su reactivación. Al ser desde el principio un asunto de la sociedad civil, los huertos comunitarios reciben entretanto un fuerte apoyo de diversas autoridades locales y municipios. Su valor como oasis verde y lugar de bienestar para las comunidades locales, especialmente en un clima cambiante, así como la presión económica sobre la gestión de los espacios verdes, ha aumentado el interés público en los espacios verdes gestionados por la comunidad.
Los primeros huertos comunitarios se desarrollaron en colaboración con municipios, organizaciones sin ánimo de lucro y empresas. Aún así, todas estas partes interesadas desempeñan un papel importante en el desarrollo posterior. Hasta ahora, el principal objetivo de los huertos comunitarios son los encuentros sociales y las actividades vecinales. Desde el punto de vista municipal, ya se consideran factores importantes para la adaptación al cambio climático.
No existe ninguna organización (asociación, federación, etc.) o red que a nivel regional o nacional asuma el papel de red o coordinación. En cambio, Kokoza desempeña un papel importante, ofreciendo servicios y consultas y organizando reuniones periódicas para los responsables de los huertos comunitarios con el fin de facilitar el intercambio y el aprendizaje.
En Hungría, las primeras iniciativas que podían considerarse huertos comunitarios estaban vinculadas a pequeños grupos de amigos o comunidades residenciales. Casi al mismo tiempo, los gobiernos locales (especialmente en la capital) también empezaron a mostrar interés por la creación de huertos. Este interés dio lugar a una cooperación activa entre los municipios y las ONG con los conocimientos y la experiencia necesarios para establecer y gestionar huertos y organizar jardines comunitarios. En ese periodo de tiempo (2006-2016) KÉK tuvo un papel destacado en la promoción de las ideas del movimiento de los huertos comunitarios y en el suministro de herramientas para la creación de huertos comunitarios. Los conceptos (modelos) podrían adaptarse localmente en el marco, por ejemplo, de la legislación y la normativa vigentes. Algunas de las empresas involucradas en proyectos de desarrollo inmobiliario, que se paralizaron por la crisis económica mundial, también han proporcionado parcelas de uso temporal para las comunidades de jardineros. En cuanto a la percepción de la sociedad, los jardineros comunitarios siguen siendo vistos como una especie de “extranjeros”. Como “herencia” histórica y sociocultural, todavía existe una especie de resistencia y desconfianza esencial hacia las actividades basadas en la cooperación y la solidaridad comunitarias.
En la actualidad, no existe ninguna organización (asociación, federación, etc.) o red que, a nivel regional o nacional, asuma el papel de coordinación, creación de redes, prestación de servicios u otras funciones para apoyar la cooperación de los huertos, la difusión de sus valores y su promoción ante el público y los responsables de la toma de decisiones.
El desarrollo de los huertos comunitarios estuvo fuertemente vinculado a diferentes movimientos sociales y acciones políticas, especialmente tras la crisis económica de 2008. Se crearon principalmente para las comunidades por las comunidades y se consideran lugares de autogestión comunitaria dirigidos y gestionados por voluntarios. Hasta ahora, rara vez cuentan con el apoyo de los municipios locales y, por tanto, no suelen ser lo suficientemente estables y duraderas como para alcanzar todo su potencial. Como caso especial para España, las universidades juegan un papel importante como promotoras de los huertos comunitarios, proporcionando terrenos e incluyendo los huertos en sus actividades de enseñanza y aprendizaje.
En cuanto a la creación de redes, ha habido varios eventos a nivel nacional iniciados por diferentes actores, pero hasta ahora no hay ninguna institución que cree estructuras estables y promueva la creación de redes de forma regular.
Los huertos comunitarios hacen una valiosa contribución a la adaptación al cambio climático de las ciudades y pueblos a través de “zonas de infiltración, mayor biodiversidad, por ejemplo, a través de praderas de flores, economía circular, ahorro y recogida de agua”. (Por un lado, en lo que respecta a su propia supervivencia, los huertos son activos en cuanto a la aplicación de técnicas respetuosas con el clima. Por otro lado, al implementar nuevas técnicas y actividades, los huertos se convierten en una especie de espacios piloto donde el resto de la sociedad puede aprender a ser más verde y respetuoso con el clima, de hecho, “los huertos son, por supuesto, el mejor ejemplo de pensar globalmente actuando localmente, y espacios para la acción ciudadana directa contra el cambio climático” (participante grupo focal España). Tal y como se informó también desde España, los jardineros se ven a sí mismos como expertos en encontrar soluciones adaptadas localmente y en reaccionar al contexto medioambiental. Pueden servir de oasis verde y también utilizarse para recultivar terrenos baldíos.
Los huertos comunitarios han establecido numerosas medidas para reducir su huella de carbono, disminuir su impacto negativo en el clima y adaptar sus huertos al cambio climático. Según todas las organizaciones asociadas, la concienciación media sobre el cambio climático es mayor entre los hortelanos comunitarios que entre el resto de la población. Sin embargo, no todas las medidas establecidas en los huertos que tienen un impacto positivo en el clima se toman necesariamente de forma consciente como medidas de mitigación o adaptación al cambio climático. A menudo son simplemente parte de las prácticas de los huertos ecológicos.
Para conocer lo que ya se pone en práctica, hemos enviado un cuestionario en línea a los jardineros de todos los países asociados. La medida más extendida entre todos los encuestados es la prohibición de utilizar fertilizantes y pesticidas sintéticos en los jardines. Más de 130 de los 158 encuestados ya aplican estas medidas. Especialmente la prohibición de los fertilizantes reduce la emisión de gases de efecto invernadero causados por su producción y descomposición.
Una práctica estrechamente relacionada con la prohibición de los abonos de síntesis es el compostaje, que también se utiliza mucho en los jardines de todos los países (121 de 158) para mantener los nutrientes en el ciclo y abonar las plantas de forma natural. El uso de abono verde, otra forma de aportar fertilizantes, es menos popular pero sigue siendo utilizado por 82 huertos. Como dijo uno de los participantes del grupo focal austriaco, “los huertos comunitarios pueden contribuir a secuestrar carbono en el suelo mediante la creación de humus, a través del compostaje normal o del carbón vegetal”.
El acolchado, una forma especial de compostaje, así como un método para proteger el suelo de la evaporación y la erosión, es otra práctica utilizada por una amplia mayoría de jardines que responden (110).
La inclusión de la flora natural y los rincones silvestres para los insectos y los pájaros también estaba entre las prácticas más extendidas.
También son interesantes las diferencias entre países. Mientras que el riego por goteo sólo se utiliza en muy pocos jardines en todos los demás países, en España casi dos tercios de los jardines que responden utilizan este sistema de riego. Lo contrario puede decirse de la recogida de agua de lluvia, que rara vez se utiliza en España, así como en Hungría, pero que se emplea en al menos la mitad de los jardines de los demás países asociados. El líder indiscutible de la jardinería de baja excavación es Francia (21 de 26 jardines que utilizan este método), probablemente debido a la prevalencia de la horquilla ancha o Grelinette.
Las prácticas que aún no se utilizan en muchos huertos, pero que forman parte de los planes futuros de al menos algunos, son los cambios en la gestión del agua, incluida la recogida de agua de lluvia y el riego por goteo, el uso de biocarbón y las nuevas técnicas de cultivo respetuosas con la naturaleza.
Las prácticas adicionales, que los jardineros comunitarios especificaron, son
Además de la jardinería, la reutilización, la reparación y el reciclaje son algunas de las prácticas que se llevan a cabo en muchos de los huertos encuestados. El uso de material local y la recogida selectiva de residuos también fueron mencionados por la mayoría de los huertos.
El uso de baños de compost/baños secos/baños separados fue mencionado de forma independiente por distintos huertos de diferentes países, en algunos de ellos el estiércol humano es incluso tratado para ser reutilizado en los huertos. El uso de energías renovables, como la fotovoltaica, también fue especificado por diferentes huertos. La construcción de estructuras como pérgolas o refugios para crear sombra y recoger agua es otra práctica mencionada por varios encuestados.
En todos los países se aprueba que las comunidades tienen un gran potencial en materia de educación medioambiental y que ya desempeñan un papel importante en estos momentos. Los jardines son el lugar ideal para impartir una educación que sea a la vez práctica y que responda a los retos más actuales, incluyendo, por supuesto, la lucha contra el cambio climático, pero también para aprender sobre convivencia, ciudadanía, igualdad, respeto y democracia.
Los participantes de los distintos grupos de discusión, así como los encuestados del cuestionario, destacaron especialmente el papel de los huertos comunitarios en la educación informal.educación formal, que incluye talleres, seminarios, visitas guiadas y paneles informativos, se lleva a cabo con menos frecuencia y los huertos se enfrentan adiversas dificultades para llevarla a cabo.
Aprender de los demás las prácticas de jardinería respetuosas con el medio ambiente, consultarse mutuamente y aprender a través de la observación son los “métodos de aprendizaje” más practicados. Los conocimientos y la experiencia se intercambian en contextos informales como las comidas en común o el sentarse juntos por la noche. Pero el hecho de formar parte del huerto y utilizarlo para cultivar tiene un impacto educativo y crea una comprensión de los ciclos naturales y del impacto del cambio climático, tal y como declaró un participante del grupo de discusión checo: “Ya veo que esto está ocurriendo. Nuestros miembros se involucran cada vez más… sólo por ser miembros de nuestro huerto, por hablar con otros, etc.”
Como se ha descrito anteriormente, los huertos comunitarios ya han puesto en marcha numerosas prácticas respetuosas con el medio ambiente y el clima, influyendo así en sus miembros. Esto también estimula cambios en la percepción y el comportamiento más allá de la jardinería propiamente dicha. Se replantean los patrones de consumo, se induce la conciencia por los recursos naturales y la gestión de residuos. En muchos casos, las normas básicas de sostenibilidad ya están incluidas en el reglamento del huerto y se comunican a cada nuevo miembro de un grupo de huertos.
acciones transversales, que son consideradas por los hortelanos como muy relevantes, son todas las actividades de difusión y concienciación, sobre todo en los canales locales, pero con una necesidad de difundir ampliamente lo que se hace y se puede hacer en los huertos, afirman que “cuanto más visibilidad ganemos, más pegará esto a la gente y más lejos llegará el mensaje“. (participante Grupo focal España)
En relación con el cambio climático, los huertos comunitarios se describen como lugares de autoeficacia en los que la gente puede experimentar que puede cambiar su entorno y ser activa. “Esta orientación a la acción es totalmente importante… ¿qué puedo aportar sin sentirme abrumado?… todo el mundo puede contribuir”. (participante en la mesa redonda de Austria)
Además, “el efecto multiplicador de los huertos comunitarios es enorme. Están las personas que cultivan el huerto, su entorno y el vecindario del huerto, así como las organizaciones que participan en el huerto y su entorno”. (participante del grupo focal de Austria)
En lo que respecta a la educación formal, los talleres para los jardineros del grupo respectivo son la actividad más común. Pero también se realizan talleres abiertos al público o para grupos específicos. Los contenidos de los talleres van desde el consumo sostenible, la agroecología, el ecofeminismo, los métodos de riego, el suelo y el clima, la permacultura hasta talleres más prácticos como la construcción de un muro de piedra seca, la creación de un compost o la plantación de un prado de flores. La información sobre las prácticas de jardinería ecológica se difunde además a través de boletines informativos y comunicación por whatsapp.
Actividad 1: Observa a otros horticultores comunitarios en tu huerto y aprende de su ejemplo
Actividad 2: Los jardineros se preguntan y se cuentan cómo plantar, cultivar y cosechar.
Actividad 3: Intercambio de conocimientos y técnicas en reuniones y talleres de jardineros para jardineros
Actividad 4: Talleres con expertos externos sobre determinados temas para jardineros
Actividad 5: Cooperación con otras organizaciones en el ámbito de la educación medioambiental
Otras actividades de formación y educación que especifican los jardineros comunitarios son:
Para incluir a un público más amplio se organizan actos de puertas abiertas, prácticas e incluso formación para empresas. También se utilizan paneles informativos que explican las prácticas de jardinería sostenible. Además de la educación de adultos, en muchos jardines, las ofertas para jardines de infancia, escuelas y campamentos juveniles son una parte importante de las actividades educativas.
Actividad 1: Jornadas de puertas abiertas
Actividad 2: Prácticas para estudiantes o voluntarios
Actividad 3: Programas medioambientales para empresas o instituciones
Actividad 4: Métodos pasivos de educación, por ejemplo, paneles informativos.
Actividad 5: Actividades de educación medioambiental para escuelas y guarderías
Actividad 6: Actividades de aprendizaje/enseñanza junto con instituciones educativas o municipios
Un caso especial es la conexión de los huertos comunitarios y las universidades en España. Las universidades utilizan sus espacios verdes para instalar huertos comunitarios. Estos pueden utilizarse como aulas abiertas y los estudiantes pueden realizar sus prácticas en los huertos.
Una amplia mayoría de los encuestados tiene previsto o le gustaría llevar a cabo más actividades educativas en el jardín en el futuro (110 de 158). Los retos se describen principalmente en el ámbito de la educación formal.
Un reto importante en todos los países es la capacidad de los grupos de huertos comunitarios para organizar y llevar a cabo actividades educativas. La falta de capacidades se describe en diferentes niveles:
Tiempo y capacidad de organización y coordinación: Como la mayoría de los miembros y coordinadores del huerto participan en él en su tiempo libre, es difícil coordinar estas actividades de forma regular. “Si quiere que empiece a educar, sólo tiene que darme algún experto en la materia y alguien que pueda organizarlo todo. Yo ya estoy ocupado con el huerto…” (participante Grupo focal República Checa)
Conocimientos y experiencia: La falta de conocimientos técnicos en los ámbitos de los talleres, así como en la organización y la promoción, también se describen como un obstáculo. Los hortelanos comunitarios no son profesionales en este campo y encontrar y contratar a los expertos adecuados parece difícil para muchos grupos de hortelanos. Esto también está relacionado con el siguiente reto.
Medios económicos y financiación: El apoyo financiero parece ser un punto crucial en la organización de actividades educativas. Hay que pagar a los expertos que comparten sus conocimientos en el huerto, así como el material de los talleres y el alquiler de las salas. “Siempre queremos organizar programas de sensibilización para los huertos comunitarios, pero debido a la falta de financiación cada vez podemos hacerlo menos de forma gratuita.” (participante Grupo focal Hungría)
Otro reto es la falta de infraestructura y equipamiento. Se necesitarían locales cercanos a los jardines que fueran adecuados para todas las condiciones meteorológicas y materiales.
La promoción de las actividades educativas es otro de los puntos débiles señalados por diferentes jardineros. A menudo no es posible llegar a un público más amplio. La falta de tiempo y habilidades, como se ha descrito anteriormente, es una de las razones. La falta de apoyo por parte de los ayuntamientos y la escasa cooperación con las instituciones educativas son otro de los motivos.
Un reto especial señalado desde Austria es la falta de apertura de los jardines. Una cuarta parte de los encuestados no quiere abrir el jardín al público. El debate sobre la apertura o el cierre de los jardines es constante. Aunque los participantes en las mesas redondas coincidieron en que los jardines deberían estar abiertos, especialmente si van a desempeñar un papel en la educación medioambiental, no existe una regulación clara en los acuerdos de uso del suelo o en muchos planes de financiación pública y muchos jardines tienden a mantener las puertas cerradas.
Tanto en España como en la República Checa, la fluctuación dentro del grupo y la inestabilidad de los huertos se señalan como retos importantes. Mientras que en España los huertos, como tales, suelen ser proyectos a corto plazo y, por tanto, no pueden aprovechar todo su potencial y desarrollar programas a largo plazo, en la República Checa los miembros tienden a formar parte de los grupos de huertos durante poco tiempo y se invierte mucha energía en la consolidación del grupo y en la adquisición de nuevos miembros.
A great chance to overcome some of the challenges described above is seen in increased networking and cooperation. If gardens cooperate with each other they can share materials and resources. They could also increase exchange of experience and practices among gardeners and even develop new educational content together. They could also invite experts, share the costs and make the event accessible for gardeners from all participating gardens. Cooperation with educational institutions could solve the problem of appropriate infrastructure. At once through institutions’ information channels a wider public could be reached and educational activities could increase their impact.
Además del apoyo financiero, el asesoramiento y la formación, se mencionó el apoyo organizativo como algo relevante para aumentar las actividades educativas formales. Dado que los jardineros y los coordinadores de los huertos trabajan principalmente de forma voluntaria y cuentan con recursos limitados, un personal remunerado que coordine, organice y promueva las actividades educativas de uno o varios huertos de una región ayudaría a aumentar dichas actividades.
En cuanto a la cooperación con los municipios y los responsables de la toma de decisiones, el panorama difiere mucho en los distintos países socios. En la República Checa, Hungría y Austria, los municipios actúan principalmente como proveedores de terrenos o, en algunos casos, de apoyo financiero.
En el caso de Hungría, la cooperación regular y a largo plazo sólo es posible si existe una persona o departamento competente dentro del municipio responsable de los huertos comunitarios. Es posible que se incluyan en los documentos estratégicos -como en la República Checa y Hungría- o que ni siquiera formen parte de ellos, como en muchas regiones de Austria.
En Francia y España, el apoyo y la cooperación con los municipios y las instituciones públicas es mucho más común. Varias ciudades de Francia, como Pau, Montpellier, París o Lyon, acompañan a los ciudadanos que quieren desarrollar huertos comunitarios, ayudándoles a crear su proyecto, a encontrar un lugar y a crear una asociación. También proporcionan materiales e incluso plantas. Un programa de distribución de semillas para la conservación de variedades locales enAndalucía y Montpellier o los programas de formación de maestros del compost en Francia y los planes de compostaje comunitario en diferentes regiones españolas son ejemplos de apoyo a la educación para un comportamiento respetuoso con el clima.
En Córdoba se ha dado una cooperación especial entre las asociaciones de vecinos y las organizaciones municipales. Tras las primeras reuniones, el ayuntamiento se implicó de lleno en la gestión de los huertos y así ha aumentado por cuatro el espacio destinado a huertos en general, la mayoría de ellos de gestión colectiva. De este modo, la ciudad quería crear “huertos educativos, agroecológicos y con equidad de género” (mesa redonda participante España). Dentro del programa “Córdoba Verde por el Clima” se han realizado desde 2011 más de 200 talleres sobre el cambio climático en los que han participado 4000 jóvenes.
En casi todos los países asociados, las escuelas y universidades se consideran socios importantes para la cooperación, ya existente o para futuras actividades educativas.
La cooperación con las ONG abarca diversas actividades. Las ONG utilizan el espacio de un huerto comunitario para sus actividades al aire libre, terapéuticas o medioambientales. En Austria, las ONG son principalmente un socio importante en el asesoramiento y la educación sobre diversos temas relacionados con los huertos. En Hungría, las cooperativas alimentarias utilizan los huertos como punto de venta. Pueden cooperar como socios en proyectos financiados por la UE. En el marco de otros proyectos Erasmus+, las ONG de los países socios y de otros países han desarrollado el programa Gardeniser, de formación para gestores de huertos con el fin de apoyarles en la gestión de los huertos comunitarios.
Si se examinan las estrategias existentes en materia de huertos comunitarios, no se ha informado de ninguna estrategia de huertos comunitarios a nivel nacional. Si es así, las estrategias se formulan a nivel regional o local, como en Budapest o París. En las estrategias de desarrollo municipal a veces se mencionan los huertos comunitarios en una nota como en Praga o Vieann, pero a menudo no se relacionan con el cambio climático o no se ve la multitud de potenciales. Actualmente se están desarrollando estrategias climáticas en muchos lugares, pero excepto en Hungría, los huertos comunitarios rara vez se mencionan explícitamente.
Según los encuestados de todos los países asociados, los huertos comunitarios podrían contribuir de diversas maneras a las estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático a diferentes niveles:
Todas estas funciones también podrían interrelacionarse con otras estrategias existentes relativas a
el desarrollo de la agricultura ecológica y la agroecología, la economía social y comunitaria, las estrategias alimentarias y las estrategias de transformación urbana.
El modo en que los huertos comunitarios pueden formar parte de estas estrategias y los pasos que hay que dar es un punto crucial en el debate.
No cabe duda de que el desarrollo de la estrategia debe tener lugar en un ámbito multidisciplinar que incluya la educación, la ordenación del territorio, la participación ciudadana y la agricultura, entre otros. En algunos de los países socios se informó de la dificultad de reunirse con las partes interesadas pertinentes a nivel político. Las instituciones que facilitan el desarrollo de estrategias municipales podrían ser un punto de entrada para los huertos comunitarios. Por ejemplo, en Austria, los responsables de los programas de las regiones de adaptación al cambio climático formaron parte del grupo de discusión y recomendaron educar a su personal de desarrollo de estrategias sobre los huertos comunitarios.
El trabajo conjunto con activistas y jardineros activos, así como con organizaciones de servicios sobre el terreno, también parece crucial. Para poder promover el desarrollo de estrategias también se necesitan organizaciones fuertes del lado de los huertos comunitarios. En todos los países se constata la falta de estructuras oficiales a nivel nacional. Las ONGs y las empresas sociales se encargan del trabajo de representación y defensa hasta cierto nivel, pero no tienen la capacidad de asumir plenamente estas tareas.
Como todavía hay poca conciencia sobre los huertos comunitarios, debería hacerse una recopilación de datos sobre sus diversos beneficios para tener una mejor posición en las negociaciones. Un punto de partida podría ser un informe político basado en los datos de este informe y en otros datos adicionales. Aumentar la visibilidad y difundir la imagen multifuncional de los huertos comunitarios en público también parece adecuado para iniciar el diálogo con los responsables de la toma de decisiones y atraer su atención.
En cuanto al desarrollo estratégico de los propios huertos, las capacidades suelen ser escasas y están totalmente ocupadas con las tareas diarias de jardinería y organización del grupo. El apoyo a través de personal remunerado, ya sea en los propios huertos, a través de la cooperación o en organizaciones de redes y servicios, podría liberar algo de energía para el desarrollo de actividades educativas, estrategias, sensibilización, cooperación y llegar a diferentes grupos objetivo.
En cuanto a la adaptación al cambio climático en los huertos, ya existen numerosas medidas, aunque los jardineros no siempre sean conscientes del impacto de sus prácticas. Dado que existen grandes diferencias entre huertos individuales y, en algunas prácticas, también entre países, hay un gran potencial para aprender unos de otros y adaptar las prácticas al contexto local. Los mejores ejemplos son las prácticas de gestión del agua y del suelo, como el riego por goteo o la jardinería de baja excavación.
Los huertos comunitarios son un buen entorno para la educación, tal y como se ha afirmado en investigaciones anteriores y también en todos los informes nacionales de este proyecto. Un beneficio importante se ve en la educación informal que también tiene un impacto en la conciencia y el comportamiento de los jardineros y las organizaciones involucradas, así como en su entorno. Los desafíos se ven principalmente en la educación formal. Aún así, la mayoría de los jardines quieren aumentar sus actividades en este campo. El desarrollo de material educativo adaptado a las necesidades de los grupos de jardineros puede ayudar a superar algunos de los retos.
Los conocimientos sobre las prácticas pertinentes y la experiencia en la adaptación al cambio climático son, sin duda, una parte de las necesidades que los hortelanos comunitarios expresaron para poder llevar a cabo más actividades educativas y tener un impacto en la concienciación sobre el cambio climático. Otros aspectos que también deberían tenerse en cuenta, a la hora de elaborar materiales de formación, son:
Para mejorar la cooperación y el apoyo a través de los municipios y los responsables de la toma de decisiones, también podría ser útil examinar más de cerca ejemplos positivos como la iniciativa de Córdoba o Lyon. Los modelos de conducta podrían inducir el cambio también en otros municipios.
Las ONG, las escuelas y las universidades se consideran importantes socios presentes o futuros en todos los países. También en este campo podría ser útil aprender de los demás lo que se puede hacer juntos.
En cuanto al desarrollo estratégico de los huertos comunitarios, aún queda mucho por hacer. Una vez más, un primer paso puede ser consultar las buenas prácticas. Para reforzar la posición de los huertos comunitarios y de las organizaciones es necesario recopilar datos sobre los impactos positivos. Identificar a las personas adecuadas para que participen en el desarrollo de la estrategia también parece crucial, ya que los propios responsables de la toma de decisiones suelen estar fuera de su alcance. La unión de los huertos comunitarios y el fortalecimiento de las organizaciones de huertos comunitarios parece un paso importante para la defensa constante de los huertos comunitarios.
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Umweltberatung (2022): Gemeinsam Garteln macht Spaß. [accessed 08/07/22]
Urbanismo Madrid (2022). Barrios productores. [accesed 20/07/22]
Ville de Montpellier (2022): Montpellier – main verte. [Accessed 31/07/2022]
El informe de síntesis se ha elaborado a partir de 5 informes nacionales basados en cuestionarios enviados a los huertos comunitarios, grupos de discusión con expertos y mesas redondas con personas de la administración y responsables de la toma de decisiones, así como en la investigación bibliográfica. Además, se consultaron directamente algunas fuentes web para completar el informe de síntesis. En Hungría se envió un cuestionario a los departamentos pertinentes de las autoridades locales.
| Período de recogida de datos | De marzo a julio de 2022 |
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Número de jardines que han participado |
158 Algunas preguntas no fueron contestadas por todos los encuestados. Así que tenemos n=155 en algunas de las respuestas. |
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Formas de llegar a los encuestados |
A través del correo electrónico, las redes sociales y las llamadas telefónicas |
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Cotización de la respuesta (a cuántos envió, cuántos recibió de vuelta) |
158 de 866 |
| Período de recogida de datos | Mayo y junio de 2022 |
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Número de participantes |
Un total de 33 expertos en la materia, entre 5 y 10 participantes por debate |
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Número de grupos de discusión |
5 |
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En línea o en el lugar |
4 debates en línea uno en directo |
| Período de recogida de datos | Junio y julio de 2022 |
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Número de participantes |
Un total de 29 representantes de ONG, municipios y similares, entre 2 y 7 participantes |
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En línea o en el lugar |
3 en línea, 3 en directo |
| 1. Objetivo de la solicitud |
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En la fase actual del proyecto, estamos trabajando en un análisis de la situación de los huertos comunitarios en el país. Buscamos respuestas a las siguientes preguntas:
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2. Temas y preguntas |
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2.1. Desde el punto de vista de la aplicación de las estrategias climáticas regionales/locales |
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2.1.1. ¿Ve usted, y en caso afirmativo, qué oportunidades tienen los huertos comunitarios en cuanto a la comunicación del contenido de las estrategias medioambientales/climáticas de los diferentesniveles de , facilitando la aplicación de las intervenciones previstas, etc.? |
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2.1.2. ¿Qué cree que sería necesario para que los huertos comunitarios formen parte de las estrategias de adaptación al cambio climático (en términos de la infraestructura verde que existe y puede desarrollarse en los huertos, y en términos de concienciación/educación)? |
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2.1.3. ¿Qué retos y dificultades ve en este ámbito? |
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2.2. Desde la perspectiva de los responsables políticos/decidores locales |
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2.2.1. ¿Ve usted, y en caso afirmativo, qué potencial (no aprovechado) tienen los huertos comunitarios? |
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2.2.2. ¿Tiene ya su municipio experiencia con los huertos comunitarios y, en caso afirmativo, qué tipo de experiencia (establecimiento de huertos, mantenimiento, organización del programa, relación con la comunidad de los huertos, etc.)? |
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2.2.3. ¿Utiliza su municipio los jardines comunitarios para sus propios eventos (reuniones, talleres, foros (de ciudadanos), etc.)? |
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2.2.4. ¿Qué se necesita para que el municipio pueda "utilizar" los huertos comunitarios en el trabajo de adaptación al clima? |
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(Ad 2.2.1.-2.2.3.Si no hay huertos comunitarios en el municipio/distrito, describa sus propias ideas sobre el posible papel de los huertos comunitarios y la cooperación del municipio con ellos) |