Durante la preparación de las actividades educativas dirigidas a los huertos comunitarios y a la propia comunidad, es importante desarrollar ciertas habilidades pedagógicas que son esenciales para el aprendizaje, la puesta en marcha del trabajo y la participación activa. En este tema definiremos tres categorías de educación. Nos centraremos en la educación no formal, que es una herramienta útil en estos procesos. La clave es recordar que podemos estar trabajando con participantes que entienden la educación no formal de manera diferente. Es posible que consideren la educación no formal como una amplia gama de enfoques educativos y que obtengan información de otras fuentes. Por lo tanto, conviene tener claro que sólo estamos hablando de una categoría de educación no formal.
Educación no formal
Un concepto relativamente nuevo que se remonta a 1968, cuando Coombs empezó a hablar de la educación no formal, surgida de las lagunas de un sistema educativo fallido. “La educación no formal puede ser cualquier actividad educativa organizada, sistemática y realizada fuera del marco del sistema educativo formal. Su objetivo es proporcionar determinados tipos de aprendizaje a subgrupos concretos de la población, tanto adultos como niños”. (Coombs y Ahmed, 1974, p. 8)
Educación formal
La educación formal es cualquier tipo de educación institucionalizada, intencionada y planificada a través de organismos públicos. También está reconocida por organismos privados y, en su conjunto, conforman el sistema educativo formal de un país. (CINE, 2011)
Educación informal
“Las formas de aprendizaje intencionadas o deliberadas, pero no institucionalizadas, se consideran educación informal. Por consiguiente, están menos organizadas y estructuradas que la educación formal o no formal. El aprendizaje informal puede incluir actividades de aprendizaje que tienen lugar en la familia, el lugar de trabajo, la comunidad local y la vida cotidiana, de forma autodirigida, dirigida por la familia o dirigida por la sociedad”. Ejemplos de educación informal son: un padre que corrige la gramática de su hijo, un colega que ayuda a su compañero de trabajo o un alto ejecutivo que sirve de mentor a un empleado subalterno.

Los principios de un aprendizaje no formal en las actividades de los huertos comunitarios pueden basarse en múltiples factores:
- carácter voluntario del aprendizaje;
- diseñadas para mejorar una serie de capacidades y competencias blandas y duras;
- motivación interna del alumno;
- enfoque participativo y centrado en el alumno;
- estrecha relación con las aspiraciones e intereses del jardín comunitario;
- proceso de evaluación diverso con elementos de autoevaluación, evaluación colectiva/grupal sin juzgar el éxito o el fracaso individual dando al alumno el “derecho a equivocarse” y a “aprender haciendo y probando”].
- entorno de apoyo de formadores/facilitadores y/o trabajadores en el ámbito de la juventud;
- compartir y multiplicar los resultados y el seguimiento potencial.
Bibliografía
PEŠEK, Tomáš, Tibor ŠKRABSKÝ, Monika NOVOSÁDOVÁ and Jolana DOČKALOVÁ. Slabikář neformálního vzdělávání v práci s mládeží, 2019, p. 8
ISCED 2011, p. 80.
Milisav Milinkovic, Gianluca Massimiliano Frongia, Tsvetina Zaharlieva. MANUAL PARA EL APRENDIZAJE EN LÍNEA EN LA EDUCACIÓN NO FORMAL, 2020, p. 8, p. 11