Se trata de una actividad de convivencia para hortelanos y vecinos del barrio en la que se dan a probar productos de temporada cultivados en el huerto, en este caso tomate y patata. Cada hortelano prepara el producto de la forma que quiera. Se selecciona un día dentro de la temporada para celebrar una especie de fiesta en la que los hortelanos dan a probar su producto a todo el que quiera acercarse al huerto. La idea es promover el autoconsumo, convivir, dar a conocer el huerto e intercambiar experiencias, técnicas…
Asociación de hortelanos ‘Huerta las moreras’
Asociación
2016
Parque Miraflores - Av. las Asociaciones de Vecinos, 21, 41008 Sevilla
La ‘Asociación de Hortelanos Huerta las Moreras’ nace en 2016, si bien, los vecinos de los barrios sevillanos de San Diego y de Las Almenas, originarios de zonas rurales de Andalucía, se vienen organizando desde los años 80 con motivo de defender, dinamizar y utilizar el actual Parque de Miraflores,. Tras varios intentos, en el año 1993, el ayuntamiento aprueba el primer proyecto convirtiendo este espacio en lo que son los huertos urbanos más antiguos de Sevilla.
Actualmente, dentro de este parque, la Asociación cuenta con 3 hectáreas cultivables, repartidas en parcelas de 150 o 75 m2. El reparto de las parcelas sale a concurso público de forma anual y pueden participar vecinos de toda la ciudad de Sevilla.
Desde su inicio, la asociación ha trabajado por los siguientes objetivos:
Esta actividad la organizan los mismos hortelanos. Se realiza dos veces al año, y las fechas van a depender de la temporada del producto que se vaya a utilizar. Para el caso de la Asociación de Hortelanos ‘Huerta las moreras’ la primera vez tiene lugar en la época del tomate, alrededor de mayo/junio y la segunda en temporada de la patata en agosto.
Los hortelanos se encargan de cultivar el producto, recogerlo y cocinarlo para la cata de la forma que prefieran para el día de la actividad dar a probar los productos del huerto.
A esta actividad acuden hortelanos, vecinos de la ciudad, redes de semillas, asociaciones de hortelanos de otros barrios y cualquier persona interesada en conocer la actividad del huerto. La cooperación con otras entidades se da a través de su participación en el evento, son las propias personas las que, aprovechando el día de convivencia, generan sinergias, comparten semillas, técnicas… También se suele invitar a participar a representantes del Ayuntamiento de la ciudad. No hay un número exacto de participantes, pero suele ser una actividad muy concurrida, y ha de prepararse teniendo en cuenta que la participación es amplia.
La idea es realizar una actividad comunitaria y de cohesión utilizando los propios recursos del huerto, dar a conocer la actividad de la asociación, intercambiar experiencias y técnicas, establecer vínculos y sinergias con las asociaciones que acuden al día…
En función de la producción de los hortelanos, se selecciona el producto para la cata.
La fecha de realización de la actividad va a depender del producto que se selecciona. Al ser una actividad de convivencia y ocio que puede llegar a ocupar todo el día, lo ideal sería plantearla para el fin de semana.
Es importante difundir la actividad lo máximo posible. El target pueden ser asociaciones vecinales, otros huertos de la ciudad, centros cívicos, redes de trabajo en huertos, institutos, colegios…
Este paso va desde el cultivo del producto, la recogida y la preparación en cocina. Se encargan los hortelanos.
Este paso va a depender de las instalaciones del huerto. Lo ideal es juntar varias mesas a modo de ‘stands’ donde los hortelanos van a ofrecer los platos que hayan preparado.
El mismo día de la cata puede empezar con una presentación sobre el huerto y la actividad. Si acude personal de las instituciones también pueden plantear una pequeña charla de bienvenida. El resto de la actividad no requiere de preparación más allá de la predisposición de organizadores y asistentes de pasar un día de convivencia agradable y enriquecedor.
Lo verdaderamente importante de esta actividad es fomentar el autoconsumo y poner en valor la producción y el trabajo de los hortelanos en un contexto de convivencia y disfrute en el que aprender a través del ver y hacer y el contacto con los demás. En esta actividad es una excelente oportunidad para reunir a los más mayores con los más pequeños, a los nuevos hortelanos con los veteranos, a los vecinos más jóvenes con los que primero llegaron al barrio y a diferentes asociaciones con los mismos intereses. Se trata de una actividad por y para el huerto, los hortelanos, el barrio y la sociedad, ¡todo el mundo es bienvenido!