TEMA 2: Cómo aprendemos en los huertos comunitarios

TEMA 2: Cómo aprendemos en los huertos comunitarios

Tanto si queremos entender mejor los procesos de aprendizaje, como si aspiramos a ser mejores profesores, ayuda saber cómo aprenden las personas en general. (Slabikář, 2019) En el siguiente tema describiremos 7 tipos de estilos de aprendizaje y compartiremos consejos útiles sobre cómo aprender sobre el cambio climático en un huerto comunitario.

Aprendizaje intencional

Puede ser una situación en la que tenemos un objetivo o propósito claro y sabemos qué conocimientos, habilidades y hábitos concretos queremos adquirir. Esta característica corresponde al aprendizaje que normalmente debería tener lugar en el aprendizaje informal.

Aprendizaje involuntario o incidental

Se trata de un aprendizaje que surge de forma aleatoria y totalmente imprevista, en función de las diversas situaciones y acontecimientos que vivimos a lo largo del día.

Aprendizaje mecánico

Algunas cosas se aprenden mecánicamente o memorizándolas. Se trata de aprender de memoria sin un contexto lógico.

Aprendizaje lógico

Este estilo de aprendizaje incluye la comprensión del contexto lógico que subyace a un problema. El aprendizaje lógico suele utilizarse con bastante frecuencia, sobre todo en actividades destinadas a compartir experiencias y ejemplos de una buena práctica o en diversas actividades de simulación y en equipo.

Aprendizaje cognitivo

El aprendizaje cognitivo es la forma en que adquirimos conocimientos e información y desarrollamos nuestras capacidades de pensamiento.

Aprendizaje sensoriomotor

El aprendizaje sensoriomotor o sensomotor utiliza principalmente nuestro propio cuerpo, a través del cual aprendemos actividades motoras seleccionadas. Ya sea aprender a andar, saltar, dominar un deporte concreto o aprender una habilidad específica como construir parterres, desherbar el jardín o plantar tomates.

Fuente: Teru Menclová © Kokoza, 2021

Aprendizaje social

El aprendizaje social es el conjunto de procesos que nos hacen aprender a sobrevivir con éxito en sociedad. Esto incluye comunicarse con la gente, seguir normas o funcionar en distintos roles sociales.

Es bastante natural que, en la preparación y realización de actividades educativas no formales, conectemos nuestros dos hemisferios y utilicemos al mismo tiempo los puntos fuertes de cada uno. Gracias al cambio de entorno, el movimiento frecuente, la aplicación de los principios del juego, el uso de diferentes herramientas, la música y la visualización, implicamos al hemisferio derecho y, de este modo, activamos deliberadamente las emociones. Al mismo tiempo, también podemos generalizar y presentar diferentes teorías o estadísticas, si son relevantes para la actividad, lo que implica razonar. Estas prácticas ayudan a los participantes a recordar realmente lo que han aprendido, sin estar tan cansados.

¿Qué consejos son útiles para aprender sobre el cambio climático en un huerto comunitario?

  1. Empieza por ti mismo: descubre cómo aprendes, qué te funciona y qué no. Conoce las teorías y los enfoques de otras personas y prepárate para el hecho de que cada individuo puede aprender de forma diferente.
  2. Aprender haciendo – Decide qué tipo de actividades respetuosas con el clima te gustaría poner en marcha. Los elementos de formación de la comunidad incluyen actividades conjuntas, limpiezas, celebraciones, debates y planificación. Es bueno que estén representados distintos elementos y equilibrar la parte de formación tanto física como mental.
  3. Rota las actividades: las personas aprenden de distintas maneras. Utiliza actividades variadas y cambia las dinámicas, las formas y las maneras de trabajar. Esto garantizará que el aprendizaje sea eficaz para todos los participantes.  Puede que no todas las actividades sean eficaces para todos, pero en general el conjunto de actividades diferentes debería funcionar.
  4. Crear actividades que salgan de la zona de confort – En la educación no formal, intentamos trabajar con los participantes para que entren en una zona de tensión y puedan aprender cosas nuevas o cosas viejas de formas nuevas. Por ejemplo, siendo creativos. Al final de la actividad, tenemos que dar espacio incondicional al “cerebro humano” para que convierta la experiencia en aprendizaje.
  5. Crear un entorno seguro – Un entorno seguro es importante aún más si utilizamos los instrumentos de jardinería.
  6. Utilizar mapas mentales – Se trata de una notación espacial de conceptos, en la que éstos se vinculan por las interrelaciones que se muestran. En términos de aprendizaje, esta forma de notación es muy útil para muchas personas porque aumenta el porcentaje de conceptos recordados.
  7. Visualízalo todo – Piensa en las leyes de nuestra memoria. Cuando dices algo, poca gente lo recuerda, porque lo recuerda textualmente. Es buena idea visualizar la tarea, al menos escribirla en un lugar visible. Lo perfecto es utilizar símbolos e imágenes.
Bibliografía

PEŠEK, Tomáš, Tibor ŠKRABSKÝ, Monika NOVOSÁDOVÁ and Jolana DOČKALOVÁ. Slabikář neformálního vzdělávání v práci s mládeží, 2019, p. 29-32.