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Se establece una jornada periódica para que los jardineros se reúnan y desarrollen varios tipos de actividades y traten diferentes temas relacionados con la jardinería. El contenido de estas sesiones periódicas alterna entre impulsos educativos con temas cambiantes sobre jardinería adaptada al clima y actividades conjuntas para fortalecer la comunidad y actividades como paseos por el propio jardín comunitario. Esta oferta de educación medioambiental está dirigida internamente a los miembros del huerto comunitario y puede utilizarse directamente en la propia zona del huerto comunitario.
Jardín comunitario Biogarden Aigen Schlägl
La organización no tiene una forma jurídica especial (no es una asociación), sino un grupo de personas con afinidad por la jardinería.
2019
Schlägler Hauptstraße 4, 4160 Schlägl
El jardín comunitario Biogarden Aigen Schlägl se fundó en 2019 tras el fin de la exposición de jardines Aigen Schlägl y está situado directamente en la antigua zona de la exposición de jardines. Los jardineros comunitarios tienen una superficie de unos 1000m² para su uso. Hay unas 20 personas activas de diferentes edades en el jardín comunitario. Hay una gran casa comunitaria en el centro y cada jardinero tiene un área de 16m² para trabajar. Además, también hay un huerto doble para una familia más numerosa. Debido a la existencia de un gran parque infantil en la zona, el jardín comunitario es muy familiar. Además, hay 6 camas elevadas disponibles en la zona. Estas camas elevadas se ofrecen sólo a las personas para las que no es posible cultivar en el suelo debido a problemas de salud y movilidad limitada. Además, hay numerosas zonas de uso comunitario, como un gran huerto de fresas, un campo de colores, numerosos arbustos de bayas, árboles frutales y pequeñas zonas experimentales donde se prueban nuevas plantas/variedades. Los animales también se han trasladado al huerto comunitario y son cuidados por todos los jardineros de la comunidad. El huerto comunitario funciona según el “principio de no regar” y no se trae abono del exterior. Esto significa que la zona del huerto no se riega, las semillas y el material de plantación no se riegan y los nutrientes sólo se aportan desde el interior (mantillo, etc.).
En el caso de Biogarden Aigen Schlägl, la jornada está fijada para los martes de la temporada de jardinería hasta finales de octubre. Al menos en la mitad de las fechas hay un impulso educativo sobre diferentes temas para impartir conocimientos sobre el clima y en la otra mitad hay actividades para fortalecer el espíritu de equipo. El principal grupo destinatario de las actividades son los jardineros de la comunidad a nivel interno, es decir, unos 15-20 participantes por reunión.
El impulso educativo lo lleva a cabo la organizadora del jardín. La organizadora del huerto tiene amplios conocimientos en el ámbito de las técnicas de jardinería sostenible, el cultivo suave del suelo, por ejemplo, debido a sus muchos años de formación en permacultura. Para ella, la pasión y el entusiasmo por el tema, una variedad de habilidades sociales, el amor por la gente y una gran experiencia práctica son competencias adicionales necesarias para los oradores que imparten conocimientos en los jardines comunitarios. Estas serían las competencias necesarias que debería tener el formador. Además, hay paseos por los jardines, en los que se visitan los parterres de los jardineros comunitarios y se discuten ejemplos de buenas prácticas en sus propios jardines. Además, los jardineros comunitarios tienen la oportunidad de participar en eventos educativos organizados por la Asociación de Permacultura. La regularidad de las actividades educativas es especialmente importante.
Las actividades sociales ayudan a crear comunidades capaces de atravesar bien los momentos difíciles y lograr una buena cohesión dentro de la comunidad. En las reuniones del jardín, el aspecto social y la solidaridad están en primer plano. Se pasa tiempo juntos horneando, cocinando y comiendo.
Los resultados importantes de Lerning son:
Hay que fijar el día y la hora de las jornadas educativas, los paseos por el jardín y las actividades sociales. Estos días deben ser los mismos durante toda la temporada de jardinería para lograr la regularidad de los participantes. Para ello, es útil un medio de comunicación interno del huerto, como por ejemplo un grupo de whatsapp, etc.
Dado que la actividad educativa y las actividades sociales tienen lugar a intervalos regulares, es de gran importancia no depender del clima y disponer de un lugar interior. Es óptimo si estas reuniones ya están ubicadas en las zonas de los jardines comunitarios y hay tanto espacio para las conferencias como para las actividades sociales (por ejemplo, cocina, sala comunitaria).
Primero hay que determinar el tema para el impulso educativo y encontrar expertos adecuados con conocimientos prácticos. Si es posible, estos expertos deben conseguirse internamente, de lo contrario hay que solicitarlo a ponentes externos. En este caso, hay que tener en cuenta que pueden producirse costes adicionales para el impulso educativo.
El programa de la actividad social, así como el material/la comida, deben fijarse y el trabajo de preparación debe dividirse entre todo el grupo.
De acuerdo con los propietarios de los parterres elegidos, hay que discutir y fijar de antemano el recorrido de los paseos por el jardín y localizar ejemplos de buenas prácticas estacionales dentro del propio jardín comunitario.
Para el organizador del huerto, la educación medioambiental en el huerto comunitario se basa en dos pilares: reforzar las habilidades sociales e impartir conocimientos sobre jardinería respetuosa con el clima. Esta forma de enseñar y aprender en el huerto es posible gracias a las siguientes actividades:
La jornada regular de jardinería con impulso educativo, así como los paseos por el jardín y las actividades sociales conjuntas pueden trasladarse muy fácilmente a otro jardín comunitario. La regularidad de estas actividades es de gran importancia, para anclar la oferta educativa y social dentro del huerto comunitario. Además, es necesario contar con una persona responsable (por ejemplo, el organizador del huerto) que planifique y organice estas reuniones periódicas (“Jour fix”).
Se trata de actividades educativas con un impacto climático directo, ya que se aplican inmediatamente en la zona. La educación ambiental tiene lugar a través del aprendizaje mutuo.
