El seto de frutas silvestres y cortavientos es un elemento ecológico y educativo, situado en el “Seestadt”, un barrio de reciente creación de Viena. Se plantó en 2020 como parte del proyecto de investigación sobre la Seestadt comestible y desde entonces lo mantienen los miembros del jardín comunitario “Kraut&Blüten”. Con sus carteles informa a los transeúntes sobre la función de un seto y diferentes especies de setos.
Huerto comunitario "Kraut&Blüten"
Asociación
2018
Junto al parque Madame d'Ora, Seestadt, Viena
El huerto comunitario Kraut&Blüten se fundó en 2018. Se trata un lugar de aprendizaje no solo para sus 12 miembros pero también para numerosos vecinos y visitantes. Fue fundado con la idea de hacer el barrio más verde y fomentar la cohesión vecinal. Su organización es colectiva. La dirección del barrio apoyó la creación del huerto, tanto a nivel organizativo como financiero, sufragando los costes de su creación. Ahora, los miembros del huerto reembolsan poco a poco estos costes. La jardinería sigue principios ecológicos y de permacultura. Una parte del jardín es una zona silvestre, donde los insectos y otros animales encontrarán un refugio. Dentro del proyecto de investigación “Essbare Seestadt” se podrían organizar algunos cursos de jardinería ecológica en colaboración con el jardín. La transferencia de conocimientos se realiza a través de los miembros comprometidos y capacitados del grupo.
El seto, mantenido por los miembros del jardín comunitario “Kraut&Blüten”, es un atractivo de interés para residentes y visitantes de la Seestadt de cualquier edad. El acceso es accesible (camino con gravilla). Calcular el número exacto de personas que participan en la actividad es complicado.
Las competencias necesarias para implementar un proyecto de este tipo de proyecto son: conocimiento de las plantas apropiadas para las condiciones locales (frutales, comestibles, de bajo mantenimiento, adaptadas al suelo y al clima), conocimiento sobre las medidas de mantenimiento necesarias, capacidad para calcular los costes y los requisitos de tiempo, habilidades de comunicación y de trabajo en equipo.
El proyecto se llevó a cabo en colaboración con la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida de Viena y Bioforschung Austria.
Resultados del aprendizaje: los participantes experimentan que plantas comestibles pueden crecer en una ciudad y que es posible conseguir una gran biodiversidad en un espacio reducido. Además, aprenderán sobre las diversas funcionalidades del seto, que van desde proporcionar hogar y alimento para insectos y pájaros hasta ejercer de cortavientos.
El principal reto para la implementacion de este proyecto fueron las limitaciones tanto de presupuesto como temporales. En el transcurso de las actividades de construcción, el suelo se ha compactado mucho. Sería deseable que se prestara más atención a la protección del medio ambiente en la planificación urbana. Otro gran reto es que el cuidado del seto tras la finalización del proyecto depende de personas comprometidas de las que depende su éxito a largo plazo. Para garantizarlo, debería considerarse desde el principio la cuestión del apoyo futuro y habría que implicar a los residentes locales y sus ideas y deseos.
El seto funciona como cortavientos para el jardín comunitario y ayuda a reducir la evaporación y la necesidad de riego. Además, sirve como ejemplo práctico de cómo las ciudades pueden adaptarse al cambio climático y contribuir a la generación de ciudades verdes.
El seto puede concebirse como experiencia de aprendizaje multicultural. Gracias a su variedad de especies, el seto ilustra la biodiversidad y su importancia. Se pueden además colocar carteles para proporcionar información adicional sobre las plantas. Además, con él se puede concienciar sobre el tema de la protección contra el viento y la erosión. Los diferentes frutos de las plantas pueden usarse para explorar nuevos sabores. El seto puede inspirar a la gente a pensar en cómo podrían ser las ciudades en el futuro y cómo pueden adaptarse al cambio climático.
Los comentarios de la comunidad y de los visitantes de la Seestadt son muy positivos. La gente está visitando y disfrutando del seto, no obstante, el cultivo de arbustos y árboles lleva tiempo, y ell efecto climático positivo y la barrera contra el viento todavía tienen que desarrollarse.
El requisito principal para llevar a cabo un proyecto de este tipo en otros lugares es adaptarlo a las condiciones locales.